Borde de piscina de hormigón

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Los bordes de piscina prefabricados ofrecen una superficie antideslizante, un factor imprescindible para la seguridad del espacio.

Estos bordes prefabricados también ofrecen una gran durabilidad, ya que se trata de un material muy fuerte, que perdurará en las mismas condiciones durante mucho tiempo.

Fácil instalación: la fácil instalación del borde de hormigón hace que sea la opción elegida por muchos, sobre todo por aquellas personas manitas que prefieren hacer la construcción ellas mismas.

Adaptabilidad: a partir de hormigón podemos crear diferentes diseños y acabados, ya sean lisos, rugosos, o imitando la textura de otros materiales. También podemos teñir el hormigón y darle otras tonalidades. Esta versatilidad permite adaptar el material al entorno y crear la estética buscada.

Resistencia: tanto a la humedad, como a los productos químicos de la piscina, como también a los cambios de temperatura. Es una de las opciones más resistentes del mercado.

Bajo mantenimiento: el hormigón no requiere de sellados ni de un mantenimiento especial. Tan solo habrá que limpiarlo de forma regular, idealmente con productos neutros que no sean muy agresivos.

Opción económica: el hormigón es mucho más económico que otros materiales como el porcelánico o la piedra natural, por lo que, si tu presupuesto es más ajustado, esta podría ser la opción perfecta.

1. En primer lugar, debes tener en cuenta el entorno. ¿Es un espacio natural? ¿Estará rodeado de naturaleza? ¿Es un espacio interior? Y, sobre todo, teniendo en cuenta el espacio, ¿qué efecto te gustaría crear? ¿Te gustaría que la piscina se fusionara con la naturaleza? ¿Te gustaría crear una estética moderna y más urbana? ¿Te gustaría un diseño más minimalista? Respondiendo a estas preguntas, estarás más cerca de encontrar lo que buscas.

2. Una vez tengas claro cómo te gustaría integrar la piscina con el entorno, deberás pensar la forma de la piscina. Tienes diferentes opciones: una piscina rectangular clásica, una piscina redonda u ovalada, una piscina con entrada de escaleras de obra, o algo más original y diferente. Deberás tener en cuenta estos factores para elegir bordes rectos o redondeados.  

3. A continuación, vamos a decidir la textura y el color. Recuerda que el hormigón es muy versátil y encontrarás una gran variedad de tonalidades y de texturas, así como de imitaciones de otros materiales. Los tonos blancos son perfectos para una estética minimalista, mientras que los tonos negros nos llevan más al brutalismo y un toque urbano. Por otro lado, los tonos cálidos se unen mejor a la naturaleza y generan una estética acogedora. ¿Qué te atrae más de todo esto?

4. Y, por último, recuerda siempre que, elijas el diseño que elijas, tenga una superficie rugosa y antideslizante.

Ofrecen un diseño limpio, geométrico, con ángulos marcados. Estos bordes son ideales para piscinas modernas y minimalistas. Se suelen emplear en piscinas rectangulares o con formas bien definidas, así como en estéticas modernas y urbanas. 

Te permiten generar diseños suaves y ondulados, con un acabado más orgánico y natural. Son perfectos para piscinas que tienen formas más libres o irregulares, también para aquellas que buscan integrarse con las formas del paisaje. Dotan al espacio de una sensación más relajada, ya que por ejemplo podrías crear una especie de laguna.  

Los bordes de acabado redondeado son aquellos que tienen el canto redondo en lugar de en ángulo recto. Son más seguros ya que evitas de esta forma las esquinas afiladas. Estos bordes son perfectos en entornos familiares o donde habrá mucho flujo de gente, ya que reducen el riesgo de golpes. También son ideales si buscas un estilo más clásico y elegante.