Azulejos hexagonales

Materiales como el porcelánico o el gres, aseguran excelente resistencia a la humedad y al desgaste. Además, tienen una robustez muy apropiada para sectores de circulación intensa.

La facilidad de su limpieza ahorra tiempo, y no requieren de productos caros. Con un paño de agua templada y un detergente suave, es suficiente para mantenerlos en condiciones estéticas óptimas.

Los formatos más pequeños son ideales para crear mosaicos detallados, mientras que los grandes se lucen al máximo en los ambientes amplios.

La gama abarca desde los tonos neutros, como el blanco, el gris y el negro, hasta los más vibrantes, como el azul, el verde o los metalizados. Las diferentes combinaciones de colores le dan vida a visuales más dinámicas o más elegantes, según la preferencia.

• Cerámica: Material económico y fácil de instalar. Son ideales para proyectos sencillos, y para paredes de interiores.
• Porcelánico: Sumamente resistente; indicadísimo para zonas de tránsito intenso o expuestas a humedad. 

• Mármol: Aporta su clásico aire de lujosa sofisticación.
• Cemento: El más indicado para dar vida a estilos rústicos e industriales.

Opta por combinar azulejos de diferentes colores, acabados y tamaños para conformar diseños que sean el centro visual de cualquier ambiente.

Por ejemplo, puedes mezclar tonos oscuros y claros en un hipnótico patrón degradado, o elegir colores bien contrastantes para dar un máximo impacto. En el extremo opuesto, combinando diferentes texturas de una paleta monocromática, el resultado será más sutil y dará profundidad, pero sin sobrecargar el diseño.

Los acabados del alicatado hexagonal pueden determinar por completo la atmósfera de una habitación. Los acabados mate, por su aspecto suave y natural, son ideales para lograr calidez y tranquilidad en dormitorios y salas de estar. Por otro lado, los acabados brillantes reflejan la luz y maximizan la luminosidad en sectores más pequeños o con poca iluminación, como los baños y cocinas. ¡También puedes combinar ambos acabados en un mismo diseño de pared o suelo para equilibrar ambos efectos armónicamente!

Una gran virtud de los azulejos hexagonales es su capacidad para complementarse con otros materiales. Se los puede fusionar con la madera, para crear un juego entre lo geométrico y lo orgánico, especialmente en suelos de salones y cocinas. También funcionan de maravilla junto al acero inoxidable en cocinas modernas, o con piedra natural en terrazas y baños.  

Nunca subestimes el impacto de la instalación de un diseño creativo previamente planificado.
Colocar los azulejos en ángulos inesperados, como ser patrones diagonales o en espiral, añade una sensación de movimiento que rompe con lo convencional. Esta estrategia puede ser especialmente eficaz en pasillos y áreas de tránsito al hacerlas visualmente interesantes.

Además, si se colocarán en áreas más extensas, como terrazas o salones, experimenta con patrones más grandes para crear un efecto más imponente. En espacios reducidos, en cambio, los patrones pequeños y detallados ayudan a dar mayor sensación de continuidad.

Otro truco para sacar el máximo provecho a los azulejos hexagonales es jugar con las transiciones. Por ejemplo, en suelos, haz que los azulejos hexagonales se mezclen de manera orgánica con otros materiales como la madera o el cemento pulido. Este tipo de integraciones sin bordes definidos irradia una energía artística única, especialmente en cocinas abiertas y salones. 

Recuerda que los azulejos hexagonales no son únicamente una opción estética. Aprovecha la durabilidad y la resistencia que te brindan algunos materiales como el porcelánico para usarlos en sectores de circulación muy intensa, como ser entradas, pasillos y exteriores. En zonas de ducha y/o exteriores expuestos a lluvia y humedad, asegúrate de seleccionar acabados antideslizantes si tu intención es colocarlos en suelos, y opta por acabados brillantes o pulidos para las paredes.